Te cuento que…
Por Prensa Once Unidos
04/07/2020
Celebro todos los días conocer el yoga. Hace muchos años encontré este camino, para nunca más despegarme de él. Cada día que mis pies tocan el mat, (colchoneta de yoga), es un nuevo comienzo.
Yoga, es un espejo al que miramos hacia dentro, esa conexión conmigo misma que va sanando cada cicatriz que uno tiene desde pequeño. Me siento una persona bendecida de vivir a través del yoga, y poder transmitir esto a los más pequeños.
Luego de llevar y seguir llevando una vida con muchos obstáculos, encontrar el yoga fue hermoso, porque fui sanando a mi niña interior, y es ahí cuando comencé a sentir que lo tenía que transmitir a los niños, para que lleguen a adultos teniendo las herramientas de saber que les hace bien y que no.
Cómo siempre digo… Ellos son mis grandes maestros.
Cuando hablamos de yoga para niños las personas piensan que son solo juegos con posturas, y es mucho más que eso. En las clases encuentran su momento para conectarse con ellos mismos:
nutrir su alegría y su creatividad
sentir sus emociones
sentir su cuerpo
aprender a hacer una pausa para tener una vida de calma y armonía
construir vínculos sanos.
Las clases de yoga no forman tu cuerpo, forman tu vida…
Trabajo con ellos para ir sembrando una semillita de amor, respeto y tolerancia y cada día, estoy más convencida de los cambios y lo bien que les hace.
La vida se transforma constantemente y como no podía ser de otra manera, hoy los encuentros son a través de zoom todos los viernes a las 16 horas.
En resumen, el yoga es primordial para mí y lo que pretendo transmitirle a los peques, es que puedan encontrar su propia luz, para que brillen en el camino de sus vidas.
Sol Goytino, Profesora de Yoga para niños de nuestro club.